No comen verduras, abusan de los alimentos procesados, pasan demasiadas horas sentad@s delante de las pantallas… ¿Te suena? Educar es enseñarles a comer y esta tarea, nada fácil por cierto, es responsabilidad nuestra. Ya sabes que en Ca Fuster nos gusta hacerte la vida más sencilla, así que toma nota de estos consejos que convertirán las comidas en ratos agradables para disfrutar en familia.
¿Por Qué Es Importante que Adquieran Hábitos de Vida Saludables?
Los datos sobre la obesidad infantil son realmente alarmantes. Según la Organización Mundial de la Salud si las condiciones actuales siguen en aumento, en cinco años habrá en el mundo más niños obesos que desnutridos. Concretamente en España, el 19% de los niños y el 17% de las niñas padecen obesidad. Estas cifras sitúan a los niñ@s españoles como los más obesos de Europa.
La dieta es un factor determinante. En Ca Fuster somos defensores de la dieta mediterránea y en ella están basadas cada una de nuestras recetas. Paradójicamente, los niñ@s de los países mediterráneos son los que consumen menos alimentos típicos de esta dieta. Apenas toman frutas y verduras y abusan de los alimentos procesados que tienen alto contenido calórico y bajo valor nutricional.
Adquirir hábitos de vida saludables es fundamental para evitar el desarrollo de enfermedades tales como diabetes, hipertensión, problemas cardiovasculares, alteraciones en el sueño… Por no hablar de trastornos psicológicos que, de arrastrarse desde la infancia, también afectarán en la vida adulta.
Consejos para Enseñarles a Comer
Es muy importante que coman de todo y es aquí dónde empieza el principal problema, sobre todo, con las verduras. Pero ¿te has planteado que si se las ofreces de una forma atractiva tal vez esto cambie? Lasaña de espinacas, crema de calabacín, tallarines de verduras… La comida entra por los ojos ¿o no te pasa a ti lo mismo? Además, te damos otros consejos.
- Pon la cantidad justa en su plato. A veces tendemos a echar demasiada comida y se agobian. Es preferible que vean poca cantidad y que después añadamos más si quieren repetir.
- No perder nunca la paciencia. Sí, es fácil decirlo y muy difícil conseguirlo cuando se eternizan delante de un plato, pero los gritos y las malas formas no harán que coman mejor.
- Comer juntos siempre que sea posible ¿Te acuerdas cuando te hablamos de la alimentación slow? Comer en familia, con una conversación sobre cómo ha ido el día, disfrutando de ese momento y, por supuesto, nunca frente a la televisión ni cualquier otra pantalla, es uno de los hábitos más importantes que deben adquirir.
- No te dejes llevar por las prisas. A veces el ritmo de vida te lleva a que agarren lo primero que pillan: unas galletas, un bollo, un trozo de chocolate… Cortar trozos de fruta, por ejemplo, no te lleva tanto tiempo y es algo que pueden comer fácilmente cuando vas a buscarles al cole o cuando llegan a casa.
- Cocina con ellos ¡Aunque sea simplemente exprimir la naranja de un zumo! Hacerles partícipes de estas tareas (como que aprendan a poner la mesa), no sólo es enseñarles las labores del hogar, sino que ayuda a estimular su apetito.
- Ir al mercado con los niñ@s. La mejor manera de que conozcan de dónde vienen los alimentos y su valor nutricional es yendo con ellos a hacer la compra ¡será toda una experiencia! Puedes aprovechar para hablarles de las propiedades y beneficios de cada uno de los ingredientes. Una clase práctica que les encantará.
Nuestra dieta mediterránea es una valiosa herencia cultural que va más allá de una pauta nutricional. Es un estilo de vida sano y equilibrado que se basa en los productos típicos de temporada, en platos de toda la vida cocinados con los mejores ingredientes, en costumbres y recetas que ayudan a tener unos hábitos de vida saludables.
Educar también es enseñarles a comer porque no hay que olvidar que es un hábito que se aprende. Tenemos la suerte de disponer de las herramientas adecuadas para hacerlo. Sólo es necesario aprovechar nuestra gastronomía para que conozcan desde pequeños la importancia de cuidarse.